En la parte sur del centro de Pekín se encuentra el Templo Baoguo, y el Mercado de Antigüedades del Templo Baoguo está reconocido a nivel nacional como uno de los mejores lugares para que los coleccionistas de antigüedades busquen objetos de colección y artículos antiguos. Es fácilmente accesible en autobús y prácticamente desconocido y, por tanto, poco visitado por el turista medio, lo que le confiere un ambiente maravilloso y tranquilo, muy acorde con el entorno del templo.
El templo Baoguo tiene una rica historia. Construido por primera vez en el siglo IX durante la dinastía Liao, fue utilizado, reconstruido y reutilizado a lo largo de los siglos, y remodelado en su configuración actual en 1466. Desde entonces, se ha utilizado mucho más para colecciones de antigüedades y bazares que como templo. Es una colección bastante especializada, centrada en monedas antiguas chinas y extranjeras, papel moneda antiguo, libros antiguos y de época y periódicos históricos. Los visitantes del mercado de antigüedades del templo de Baoguo suelen tener un interés cualificado en este tipo de artículos, y para los entendidos hay muchos tesoros que encontrar. Sin embargo, también se venden bastantes falsificaciones, así que hay que tener buen ojo.
Debido a la especificidad de las antigüedades a la venta, el Mercado de Antigüedades del Templo Baoguo puede ser un lugar estupendo para establecer contactos con otros profesionales y coleccionistas del tipo de artículos a la venta. También hay salas de exposiciones dentro del templo, por lo que también es un lugar estupendo para simplemente curiosear y disfrutar del ambiente del lugar. A lo largo del año, también se celebran aquí varias ferias nacionales de coleccionistas, por lo que es un lugar bastante famoso para todos los interesados en monedas antiguas, libros y otros papeles.
Hay que pagar una pequeña cuota para entrar en el Mercado de Antigüedades del Templo Baoguo, pero es insignificante y merece la pena por el entorno en sí. Está abierto todos los días, con muchos más vendedores ambulantes que pueblan el espacio los fines de semana. Los vendedores ambulantes ofrecen deliciosos refrescos fuera del templo, por lo que es fácil pasar aquí unas horas agradables y tranquilas.
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