En Montsoreau, el mercado de los domingos es donde tiene lugar gran parte de la actividad semanal, y es una visita obligada para los lugareños. No se trata de un mercado turístico, sino de un auténtico reflejo de la vida cotidiana de los pueblos franceses. Una vez al mes, este mercado regular se transforma en las Puces de Montsoreau o Rastro de Montsoreau, que se extiende a lo largo de las orillas del río Loira. Montsoreau es pintoresco y hermoso, y el mercadillo lo refleja, añadiendo un encanto extra a un lugar ya de por sí encantador para visitar.
Montsoreau está catalogado como uno de los pueblos más bonitos de Francia y, desde 1993, las Puces de Montsoreau aprovechan al máximo el paisaje de la ciudad. Con el castillo histórico como telón de fondo, las calles y jardines llenos de flores (según la estación) y el río serpenteando, Montsoreau es un escenario idílico para disfrutar de un paseo y pasar el día. Además, el mercadillo de Montsoreau es la guinda del pastel y hace que sea muy fácil hacerse con un recuerdo de una bonita jornada.
Los productos que se venden en las Puces de Montsoreau son muy variados. Hay mucho kitsch, pero también antigüedades de calidad, y los coleccionistas serios acuden regularmente a este evento mensual para ver qué tesoros hay disponibles. Hay muebles, adornos de cristal, candelabros, obras de arte, libros, juguetes y muchos otros objetos de coleccionismo... ¡suficiente para entretener a cualquiera y tentarle a gastar!
Los precios en las Puces de Montsoreau son bastante razonables, por lo que se trata de un mercado en el que se pueden encontrar y hacer gangas. Los vendedores son muy amables y el ambiente es muy acogedor. Los vendedores están encantados de que los compradores interesados respondan a todo tipo de preguntas y, por supuesto, entran en una buena sesión de regateo si está claro que se va a gastar dinero. También hay muchos lugares donde tomar algo y refrescarse, lo que hace que el día sea aún más agradable.
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