Fundado en 1860, el Marché aux Puces de Montreuil es uno de los mercadillos más antiguos de París. Se celebra todos los fines de semana en la periferia oriental de París y se extiende a lo largo de la Périphérique, entre la Porte de Montreuil y la Porte de Bagnolet. Menos glamuroso y prestigioso que el Marché aux Puces de Clignancourt o el Marché aux Puces de la Porte de Vanves, el Marché aux Puces de Montreuil permanece fuera de las rutas turísticas más frecuentadas por una buena razón: no es famoso por ser el mejor lugar de París para encontrar antigüedades en abundancia. Pero de vez en cuando, auténticos tesoros emergen de debajo de las improvisadas mesas de este mercadillo.
El Marché aux Puces de Montreuil es un mercadillo al aire libre con unos 500 puestos y mesas improvisadas que parece más bien un gigantesco mercadillo de intercambio lleno de chucherías. En las callejuelas del mercadillo, los vendedores de segunda mano gritan más fuerte que los demás para atraer la atención de los visitantes.
Cita ineludible para los amantes de la moda vintage, el Marché aux Puces de Montreuil es el lugar ideal para construir un armario a la moda a un precio razonable: viejas chaquetas de cuero, camisas de los años sesenta o uniformes militares, encajes, pieles, gabardinas, sombreros y accesorios de antes de la guerra, así como pequeños muebles, electrodomésticos y vajillas. Si busca un artículo concreto, no dude en preguntar a los comerciantes, que estarán encantados de remitirle a uno de sus colegas.
Los vendedores de segunda mano y antigüedades del Marché aux Puces de Montreuil suelen instalarse cerca de la Porte de Bagnolet. Ofrecen una mezcla de objetos de colección como material militar, medallas, monedas, sellos, postales y fotografías antiguas, cómics, libros raros, vinilos, joyas, así como muebles y luminarias de segunda mano a bastante buen precio.
En este vasto revoltijo, los compradores también encontrarán alfombras, ropa de cama e incluso todo lo necesario para reparar una bicicleta. Y quién sabe, quizá encuentre un verdadero tesoro en el Marché aux Puces de Montreuil. Se rumorea que en los años 90 alguien compró allí un auténtico cuadro de Van Gogh por sólo 1.500 euros.
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