Si los mercadillos semanales de París giran en torno a los enormes Marché aux Puces de Saint-Ouen y Marché aux Puces de Vanves, también hay dos mercados semanales más pequeños que reciben menos atención que los grandes: el Marché aux Puces de Montreuil y el Brocante de la place d'Aligre.
No tan grande como el de Vanves, pero mucho más prometedor que el de Montreuil, el Brocante de la place d'Aligre es un lugar que los amantes de los mercadillos deberían añadir a su itinerario de compras por París. Situado en el corazón del Faubourg Saint-Antoine y cerca de uno de los mercados de alimentación más encantadores y deliciosos de París, el Marché d'Aligre al aire libre, este encuentro semanal es un mercadillo tranquilo y poético con un toque provinciano.
El Brocante de la place d'Aligre ofrece una animada mezcla de artículos de unos 40 pequeños expositores profesionales y vendedores particulares que traen cajas de cosas diversas colocadas en mesas improvisadas en la plaza contigua al mercado.
Como en todos los mercadillos pequeños, conviene rebuscar entre las cajas viejas y no limitarse a lo que está expuesto. La mayoría de los puestos de la Brocante de la place d'Aligre están ansiosos por vender, y a menudo se puede ver a los compradores rebuscando entre las cajas del suelo en busca de las mejores gangas. Así, los visitantes pueden encontrar una vieja cámara Polaroid de los años 70 o un teléfono de disco de los años 50 por menos de 10 euros. Los puestos especializados situados en el centro de la plaza están repletos de bellas ilustraciones, dibujos y fotografías antiguas, todo ello a un precio más asequible. Por supuesto, es posible -y muy recomendable- regatear.
Hacia el mediodía, las multitudes tienden a reducirse, ya que la gente se dirige al famoso mercado de alimentación de la rue d'Aligre, con su fantástica selección de productos de calidad a precios muy razonables. En definitiva, la Place d'Aligre es famosa por su variedad, su ambiente y sus bajos precios.
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