Desde 2001, una vez al mes, más de 150 comerciantes instalan sus puestos en Les Puces de Quintaou, en el País Vasco, a medio camino entre Bayona y Biarritz. Los expositores van desde profesionales de las antigüedades hasta particulares que acaban de vaciar sus desvanes, así que en este mercadillo hay para todos los gustos. Situado cerca del ayuntamiento, en la explanada de la Quintaou de Anglet, este mercadillo es una cita ineludible para los que visitan la ciudad en fin de semana de mercado, ya que los cazadores de gangas acuden en masa cada mes.
Los vendedores de Les Puces de Quintaou están bien organizados y divididos en dos zonas separadas: una para profesionales que venden antigüedades de todo el suroeste de Francia, y otra para particulares que venden artículos de segunda mano. De este modo, los coleccionistas serios saben exactamente adónde dirigirse a primera hora de la mañana, y los compradores más ocasionales pueden pasearse más relajadamente por toda la zona. Muchos de los vendedores profesionales se encuentran aquí mes tras mes, y parece que no hay nada que no sepan sobre sus especialidades.
Con tal variedad de vendedores en Les Puces de Quintaou, es obvio que hay una amplia gama de artículos a la venta. La zona de vendedores particulares ofrece desde electrodomésticos y ropa de segunda mano hasta juguetes y DVD. La sección de antigüedades y objetos de época presenta muebles de época, ropa de hogar, cerámica, platería, vajilla, libros antiguos, postales históricas, joyas antiguas y muchas otras curiosidades del siglo XX.
El mercado de Puces de Quintaou es de libre acceso y fácil de encontrar, con un amplio aparcamiento gratuito. El mercado está parcialmente cubierto, por lo que no es necesario consultar la previsión meteorológica antes de planificar la visita. Dentro de la zona cubierta hay aseos y puestos donde los cansados compradores pueden parar a tomar un refresco. No hay excusa para no pasar todo el día en Les Puces de Quintaou.
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