Si quiere descubrir otra cara de Múnich un poco más alejada de los caminos trillados, diríjase directamente al Kavalleriemarkt. Dos veces por semana, el extremo sur del Parque Olímpico se llena de visitantes y vendedores de todas las edades gracias al mercadillo que allí se celebra.
La particularidad del Kavalleriemarkt es sobre todo su diversidad. Entre los muchos artículos que se ofrecen hay sobre todo antigüedades. Los artículos nuevos están bastante menos representados. Sin embargo, esto no significa que los trastos antiguos no puedan ser también valiosos y de gran calidad. Los interesados, por ejemplo, en el arte de épocas anteriores, la cuchillería antigua, las esculturas, la porcelana u otros objetos de colección, encontrarán exactamente lo que buscan en el Kavalleriemarkt. Otro tema importante del Kavalleriemarkt es el arte reciclado, que contribuye significativamente al encanto del mercado y lo convierte en algo único.
En cada esquina hay verdaderas maravillas por descubrir, realizadas especialmente por el operador del mercado. Este arte incluye, por ejemplo, los numerosos banderines hechos con viejos y coloridos retales de tela, farolillos gigantes de tela o bicicletas convertidas en adornos colgantes. Como extra especial, una vez al mes, de 17:00 a 22:30, se celebra allí un mercadillo nocturno. Salvo por el hecho de que es de noche, las atracciones son las mismas y, por supuesto, la diversión no se pierde en la oscuridad.
Como visitante del Kavalleriemarkt, todos los problemas se olvidan fácilmente. Los coloridos puestos, carpas y artistas, y por último, pero no menos importante, por supuesto, la mercancía que se ofrece, le transportarán a otro universo. Además, el arte reciclado proporciona una visión completamente diferente de algunas cosas y demuestra que muchas cosas no son tan inútiles como podría parecer. El Kavalleriemarkt fomenta la artesanía y, por supuesto, una manipulación más cuidadosa de los objetos usados, por lo que cumple mucho más que el mero propósito de comprar y vender.
Aunque se encuentra algo alejado del centro de Múnich, es fácil llegar al Kavalleriemarkt en coche o transporte público, y varios restaurantes y lugares de interés cercanos ofrecen también otro lugar al que acudir.
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