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Todos los domingos, entre la casa de Porras Barrenechea y el circo-taller de La Tarumba, en la calle Alfonso Ugarte de Lima, despliega sus ofertas la Feria de Antigüedades San Miguel Arcángel. Los limeños son compradores habituales, y los turistas no dejan de visitar este mercadillo, ya que las calles están repletas de vendedores y se exponen tesoros del pasado. La nostalgia es palpable, las gangas abundan y el ambiente es jovial. Sin duda, no se arrepentirá de visitarlo.
En la Feria de Antigüedades San Miguel Arcángel se respira pasión por las antigüedades, y los coleccionistas serios se sentirán como en casa. Muchos de los vendedores son profesionales consumados y tienen tiendas en la ciudad. Están dispuestos a compartir sus conocimientos e inspirar a otros para que se enamoren de las piezas únicas que tienen a la venta. Sus productos tienen un precio muy justo, y las piezas más caras reflejan simplemente una mayor calidad y/o un artículo más raro. No obstante, los compradores son más que bienvenidos a regatear.
En la Feria de Antigüedades San Miguel Arcángel se vende un poco de todo. Hay juegos de tazas y platillos, fiambreras de hojalata, fantásticas colecciones de juguetes, Cadillacs de hojalata, lámparas de cristal, porcelana bizcochada, adornos de todas las formas y tamaños, cristalería, lámparas de araña y ofertas internacionales como platería inglesa, arte japonés, sillones daneses y jarrones chinos. Viaje alrededor del mundo y a través de los tiempos mientras recorre los puestos y charla con los vendedores.
Por supuesto, las compras son el pasatiempo más popular entre los visitantes de la Feria de Antigüedades San Miguel Arcángel. Sin embargo, la gente también se reúne aquí para compartir conocimientos, dar consejos sobre restauración y empaparse del entorno cultural. Se respira un gran ambiente y hay mucho que puede interesar tanto a compradores ocasionales como a coleccionistas serios.
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