Situado a 50 km al sur de la capital regional, Poznań, en la carretera Poznań-Wrocław, el pueblo de Czacz causa sensación en el condado de Kościan. Y por una buena razón: en lugar de cultivar patatas, trigo o centeno como la mayoría de los pueblos de los alrededores, todo el pueblo de Czacz comercia con antigüedades y electrodomésticos usados. Resulta curioso que el nombre alemán de este pueblo sea Schatz (que significa tesoro en alemán), ya que Czacz es básicamente un gran mercadillo.
Un día cualquiera, cientos de entusiastas de los mercadillos acuden a Czacz en busca de gangas, sobre todo en verano. Cuentan por ahí que un día alguien compró en Czacz un piano muy antiguo, que resultó ser una serie limitada fabricada en su día para el Rey de España... Leyenda urbana o no, en general es más común encontrar una vieja bicicleta en este pueblo de Gran Polonia, que un instrumento real.
Czacz no es en absoluto una experiencia delicada de mercadillo. Es descarado, lleno de vida y realmente envolvente, cualidades que lo convierten en una parada brillante para los cazadores de gangas que quieran experimentar la crudeza de un lugar por lo demás tranquilo.
Mientras pasea por el mercadillo, encontrará hileras y más hileras de todo tipo de baratijas, desde objetos de primera necesidad para el hogar, como grifos, sofás, armarios, escritorios, electrodomésticos de cocina, alfombras, jarrones, vajillas, macetas, bicicletas, juguetes, DVD y televisores, hasta preciosos escritorios antiguos, mesas de roble macizo, porcelana, platería, cristalería, baratijas maravillosas y vajilla en abundancia. La oferta en Czacz es bastante ecléctica.
En cuanto a los precios, Czacz no es tan asequible como hace unos años. Sin embargo, con un poco de regateo se pueden hacer algunas gangas. Un sofá de cuero con dos sillones se vende en promedio por 2000-3000 zlotys (530- 800 USD), una cómoda restaurada de los años 30 se vende por 300 zlotys (80 USD), una vajilla de 12 piezas de los años 60 por 350 zlotys (93 USD) y un paisaje al óleo de 120 x 80 cm por 300 zlotys (80 USD).
Hace 15 años, Czacz era un secreto a voces y se podían encontrar verdaderos tesoros antiguos a bajo precio. Pero desde entonces aparece regularmente en los medios de comunicación polacos y ahora atrae a muchos turistas, sobre todo de Alemania y los Países Bajos. Algunos de los 300 vendedores de Czacs incluso han convertido su garaje en un atelier o estudio, donde "restauran" o reciclan muebles al estilo shabby chic para venderlos más caros.
No obstante, la variedad y amplitud de la oferta de Czacz, así como el tamaño de este rastro, son espectaculares. Para un entusiasta de los mercadillos, Czacz es un viaje que merece la pena.
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