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El Big London Flea es el mayor mercado vintage cubierto del norte de Londres y un paraíso para los cazadores de gangas. Se encuentra en la planta baja de un antiguo cine, un espacio ideal para albergar a unos cuantos vendedores y dar la bienvenida a los compradores. Situado en el ajetreado corazón de Dalston, este raro mercadillo ofrece un ambiente acogedor, así como multitud de objetos de colección por descubrir. Sólo se celebra unos pocos domingos al año, así que no dejes de visitar su página web para no perderte nada.
Los vendedores del Big London Flea son seleccionados por los organizadores del mercadillo de Hackney, entre cuyos eventos vintage también se encuentran Peckham Salvage Yard, Hackney Record Fair, The Big London Flea, Peckham Record Fair y Walthamstow Flea Market. Se aseguran de que los vendedores sean variados en cada ocasión, de modo que siempre haya algo inesperado incluso para los visitantes más asiduos. Esta filosofía les ha permitido labrarse una reputación como el lugar al que acudir para encontrar increíbles tesoros únicos y personales. Para estos mercadillos de antigüedades se elige a una gran variedad de vendedores. Algunos son vendedores veteranos de otros mercadillos ya establecidos, otros son lugareños que han hecho una buena limpieza de desvanes y algunos puestos están ocupados por diseñadores emergentes que venden ediciones limitadas de artículos hechos a mano.
Cada mes participan en el Big London Flea más de 50 vendedores diferentes. Estos apasionados comerciantes venden una asombrosa mezcla de objetos recuperados, objetos únicos, objetos perdidos y encontrados y artículos hechos a mano. En un día normal de mercadillo, los compradores encontrarán muebles del siglo XX, discos de vinilo, cristal y cerámica extravagantes, joyería artesanal, menaje francés recuperado, maletas antiguas, ropa vintage, curiosidades y objetos de colección, textiles, utensilios de cocina, instalaciones industriales recuperadas, artículos eléctricos y mucho más.
The Big London Flea desea dar la bienvenida a compradores de todo tipo para que recorran los puestos y encuentren un artículo especial que llevarse a casa. Tanto si es un coleccionista de antigüedades experimentado como si es la primera vez que compra en un mercadillo vintage, aquí hay algo para todos. No sólo se tienen en cuenta todos los gustos, sino también todos los presupuestos, por lo que es una gran experiencia de compra para todos los asistentes. También hay cafeterías abiertas los días del mercadillo, regentadas por panaderos locales que ofrecen refrescos tanto a los compradores como a los vendedores.
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