La historia del Rastro de Valencia (también conocido como Rastro de Mestalla) es casi tan antigua como la propia ciudad, al menos según las crónicas locales. Las primeras menciones de este mercado se remontan a la época en que estaba situado cerca del Mercado Central de Valencia, que era el centro comercial de la ciudad en aquella época.
Chatarreros, libreros, traperos y anticuarios se reunían allí para instalar sus puestos entre la Av. Tarongers y la calle Lluis Peixo. En aquella época, la economía de la ciudad no era como la actual, y la venta de antigüedades y objetos de segunda mano era muy habitual como medio de subsistencia.
Hoy en día, el Rastro de Valencia no ha perdido ni un ápice de su esplendor. De hecho, es habitual que muchos valencianos acudan a él los domingos. A pesar de las multitudes, el mercado conserva su ambiente relajado, y una visita es la manera perfecta de pasar una perezosa mañana de domingo.
Con más de 500 vendedores, el Rastro de Valencia es uno de los mercadillos semanales más grandes de España. Este mercadillo es como un baúl lleno de recuerdos y memorias, repleto de todo tipo de cosas que un día se perdieron entre cajas, cajones y armarios y cuyos dueños han vuelto a encontrar para aprovechar su esencia vintage.
Por eso, los objetos a la venta en el Rastro de Valencia son de lo más variado. Hay portarretratos, libros antiguos (algunos de época), adornos, juguetes, menaje, joyas, herramientas, vinilos de la época de esplendor de los 80, mucha ropa vintage a precios de saldo, aperos de labranza, cerámica y mucho más. Los tenderos están encantados de charlar y regatear, y da la sensación de que muchos de los visitantes son asiduos que acuden tanto para socializar como para comprar.
Además de los tenderos más organizados, que ponen especial cuidado en la disposición de sus mercancías, también hay un gran número de mantas en el suelo, cuyo contenido parece sospechosamente destinado a la basura. Filtre hasta encontrar los fantásticos puestos y compre lo que le apetezca.
El horario de El Rastro de Valencia es bastante reducido, y cuanto antes llegue, más posibilidades tendrá de evitar las mayores aglomeraciones, pero siempre es un lugar concurrido. El ajetreo y el bullicio traen consigo una buena cantidad de carteristas, y aunque este mercado está bien vigilado, por supuesto es aconsejable tener mucho cuidado con sus objetos de valor. Con todo, es un mercado divertido que no hay que perderse.
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