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Firsts London es una de las ferias de libros raros más populares y prestigiosas del mundo. Se trata de un acontecimiento en el que se exhiben artículos únicos e inusuales de más de 100 libreros anticuarios británicos e internacionales de primera fila. Una de las razones por las que se creó esta feria del libro fue dar a los marchantes de todo el país la oportunidad de impresionar al público londinense, y el evento atrae a un público numeroso, amplio y diverso de coleccionistas, marchantes, entusiastas y curiosos.
La pasión que hay detrás de Firsts es la Asociación de Libreros Anticuarios. La feria comenzó a celebrarse en la década de 1950 y, además de acercar a los anticuarios a las masas, otro de sus objetivos era promover la idea de coleccionar y apreciar los libros. Ese objetivo sigue vigente hoy en día. El evento también pretende demostrar que no tiene por qué ser una afición elitista y que es posible coleccionar libros con un presupuesto modesto. Durante muchos años hubo un puesto de "Libros por menos de 5 libras" en la feria, y se pedía a todos los vendedores que contribuyeran.
Firsts ha tenido muchas encarnaciones a lo largo de los años y se ha instalado en muchos lugares de Londres. Ahora ha encontrado su hogar en el corazón de Chelsea, donde los libreros de libros antiguos y raros, manuscritos, efemérides, mapas y demás ocupan tres plantas de la Galería Saatchi. Los expositores pueden esperar ver a viejos amigos y conocer a otros entusiastas y coleccionistas mientras muestran sus tesoros encuadernados a miles de visitantes durante los cuatro días que dura el evento. Los visitantes se sorprenderán con algunos de los libros más raros y singulares del mercado, así como con maravillosos objetos de recuerdo y asombrosas obras de arte.
Además de los fantásticos libros antiguos expuestos en Firsts, durante la feria se organizan diversos talleres. Uno de ellos es el de encuadernación restauradora, una habilidad muy codiciada en este campo del coleccionismo. Al ser la única feria de Londres dedicada exclusivamente a los libros, cualquier bibliófilo estaría loco si no asistiera.
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