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Enclavado justo debajo del Bosque de Bowland, en Inglaterra, se encuentra el enorme y popular mercadillo organizado y gestionado por Hoyles Promotions. El Rastro Gigante de Clitheroe se estableció en este lugar en 1975 y ha crecido a lo largo de las décadas hasta convertirse en un mercado con una reputación impresionante tanto para compradores como para vendedores, y que bien merece un viaje para visitarlo.
El Reino Unido tiene una tradición muy querida de ventas de coches usados y el Rastro Gigante de Clitheroe hace honor a ella una vez al mes. De hecho, cada semana hay un tema diferente para disfrutar, desde ropa vintage hasta deportes y aficiones, aunque el mercadillo estándar es una constante semanal. El mercadillo en sí alberga muchos tesoros antiguos, y hay una gran variedad de artículos a la venta, desde muebles antiguos hasta juguetes de época. Tanto si los visitantes son cazadores de antigüedades bien informados como si se trata de compradores ocasionales en busca de diversión, el Rastro Gigante de Clitheroe mantendrá a todo el mundo entretenido.
Inglaterra no es famosa por su buen tiempo, pero el Rastro Gigante de Clitheroe abre sus puertas haga el tiempo que haga. Así que, cuando todos los demás mercadillos se rinden debido a las tormentas, aquí siempre se pueden satisfacer las necesidades de compra. El espacio está muy bien organizado, y muchos de los puestos se instalan a cubierto, por lo que siempre se puede disfrutar de una visita. El aparcamiento es gratuito y hay excelentes servicios de restauración in situ, por lo que, en realidad, el Rastro Gigante de Clitheroe es un lugar estupendo para pasar un día lluvioso.
El Rastro Gigante de Clitheroe tiene un ambiente increíblemente agradable y servicial. Todos los vendedores son bienvenidos, ya sean anticuarios profesionales o alguien que acaba de vaciar su casa. Las plazas se asignan por orden de llegada y, por supuesto, siempre es recomendable llegar lo antes posible para conseguir las mejores plazas y las mejores gangas. La entrada al Rastro Gigante de Clitheroe es de pago, pero merece la pena.
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