Si las coloridas casas de Arles, bañadas por el sol, le evocan una sensación de déjà vu, es sencillamente porque probablemente ya las haya visto en un lienzo de Van Gogh. A menudo olvidada por los visitantes de la Provenza, en parte porque está situada bastante al oeste (y no está cerca de las playas y la costa), Arlés es, sin embargo, una parada muy recomendable en un viaje por carretera.
Famosa por sus bellas mujeres, "Les Arlésiennes", el estilo más puramente provenzal de su arquitectura, su ambiente festivo y su mercado de los sábados (que es uno de los mejores de Europa), Arlés ofrece realmente un trozo de auténtica Provenza y un seductor trampolín hacia la Camarga. Y el mercadillo mensual de Arles es la guinda del pastel.
Programado una vez al mes, el encantador brocante d'Arles (mercadillo de Arlés) se extiende a lo largo del arbolado Boulevard des Lices, en el extremo sur de la ciudad, bajo el Jardin d'Été. Paraíso de los cazadores de gangas, el rastro de Arlés reúne mensualmente entre 80 y 100 vendedores profesionales.
La mayoría de los anticuarios que acuden al Brocante d'Arles proceden de toda la región. Algunos de ellos casi se pasan la vida viajando, comprando y vendiendo en ciudades cercanas como L'Isle-sur-la-Sorgue, Villeneuve-lès-Avignon, Pézenas, Aix en Provence o Nîmes, todas famosas por sus mercadillos.
Aunque las mejores compras siguen siendo las telas provenzales vintage de ricos colores (también conocidas como indiennes), la cerámica local antigua y los santons (las tradicionales figuras provenzales hechas de arcilla), los vendedores del rastro de Arle tienen algo más en stock que las mercancías habituales que se pueden encontrar en la región: muebles antiguos, cuadros, libros viejos, postales, adornos, joyas, lino viejo, faïence, hierro forjado, baratijas y otras rarezas, son algunos de los tesoros para curiosear o llevarse a casa.
Al fin y al cabo, no hay mejor lugar en el mundo que la Provenza para comprar material genuino si desea dar a su hogar un verdadero toque provincial francés.
Pauline Courbis
12th agosto 2015 en 18:03Une fois par mois, il y a une petite brocante. Un bouquet de lavande séché acheté en souvenir de notre séjour en Provence… et une paire de lunette vintage pour faire des envieux!
Raphaëlle Baugé
4th abril 2016 en 18:29Magnifique marché avec beaucoup beaucoup de choix. Vraiment y a de quoi pour comparer les prix. Je fût surprise par la grandeur du marché nous sommes arrivées vers 10h a 12 h on n’avait toujours pas tout vue. Mais on le referas assez vite car c’est vraiment un marché qui en vaut le détour.