Bananas se encuentra frente al famoso Naschmarkt de Viena, uno de los mejores destinos de la ciudad para comprar artículos de segunda mano y productos frescos. Esta querida tienda de muebles antiguos es el orgullo de Ernst Hahnbauer.
Tras pasar años coleccionando piezas únicas y menaje del hogar, se dio cuenta de que podía ganarse la vida con su pasión por los recuerdos y objetos de colección. Desde que abrió Bananas en el quinto distrito, el Sr. Hahnbauer nunca ha mirado atrás.
El inventario de Bananas se repone periódicamente con nuevos artículos eclécticos. La mayoría de los objetos son de las décadas de 1930 a 1980. Se pueden encontrar elegantes lámparas de pie, mesas de centro de madera escandinava, sillones florales, cómodas de roble, despertadores retro y grandes lámparas de techo. El precio de los artículos es elevado, pero creemos que se corresponde con la calidad de los auténticos objetos expuestos. Se pueden encontrar pequeños accesorios y baratijas a precios bastante baratos. Sin embargo, para los muebles grandes, hay que estar dispuesto a desembolsar bastante dinero.
Las existencias tienen un precio elevado, que creemos se corresponde con la calidad de los artículos auténticos expuestos. Se pueden encontrar pequeños accesorios y baratijas a precios bastante baratos. Sin embargo, para los grandes muebles, hay que desembolsar bastante dinero.
Esta tienda es un buffet libre para los amantes de todo lo vintage. La oferta es variada y se actualiza constantemente con nuevos objetos. Rebusque entre coloridas sillas de alambre de los años 50, tableros auxiliares daneses, pantallas de lámparas escarlata, intrincados jarrones de los 60 y espejos ovalados de los 70. Si viaja desde lejos para visitar este paraíso retro, tenga en cuenta que la tienda no abre los lunes ni los domingos (pero ése es el protocolo habitual en Viena). Bananas es un auténtico festín para la vista.
Si viaja desde lejos para visitar este paraíso retro, tenga en cuenta que la tienda no abre los lunes ni los domingos (pero ése es el protocolo habitual en Viena). Bananas es un auténtico placer para la vista.
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