Antique Emporium es la mayor tienda de antigüedades de la isla de Tasmania (Australia). Como tal, es también una gran atracción turística. Es imposible no verlo, ya que se alza alto y orgulloso en la calle principal que bordea el río Mersey, y le atraerá con sus fascinantes antigüedades desparramadas por la acera. Abre los 7 días de la semana, por lo que puede entrar y echar un vistazo en cualquier momento. La tienda sólo cierra algunos días festivos.
Más de 40 anticuarios diferentes trabajan bajo el techo del Antique Emporium, repartidos en 4 plantas. En total, unos 2.000 metros cuadrados de espacio para todas estas maravillas antiguas y vintage. La tienda está muy bien organizada y es un placer pasear por ella. Hay algunas secciones bien diferenciadas, como "The Shed" (El cobertizo), en el segundo nivel de la tienda, que se describe como la meca de los hombres que quieren llenar sus cuevas con herramientas antiguas, piezas arquitectónicas, taxidermia y un sinfín de trastos para reutilizar y reciclar.
Al lado de The Shed, en el Antique Emporium, se encuentra Sheila's Kitchen, repleta de revistas vintage y artículos de cocina retro y vintage. Si subimos al tercer nivel, nos adentraremos en el mundo de los anticuarios, donde miles de artículos interesantes y extravagantes esperan a ser descubiertos. Los compradores pueden encontrar porcelana fina, juguetes antiguos, monedas, medallas, cámaras, sellos, muebles antiguos, relojes, postales, muñecas y mucho más.
El nivel cuatro del Antique Emporium es el sueño de cualquier bibliófilo. Con más de 15.000 libros usados y antiguos, no importa lo que coleccione, seguro que encontrará algo relevante. Todos los géneros de ficción están representados, así como una enorme selección de libros de no ficción, desde historia de Australia hasta cocina.
Con tanto que ver, es fácil pasarse unas cuantas horas recorriendo el Antique Emporium. Quienes visitan la tienda a menudo no deben preocuparse por aburrirse, ya que el propietario se asegura de que siempre haya algo nuevo que descubrir, independientemente de la frecuencia con que se visite.
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