Trödel & Antikmarkt am Aachener Platz Listado verificado

El Trödel & Antikmarkt am Aachener Platz (Mercado de Pulgas y Antigüedades de Aachener Platz) de Düsseldorf es uno de los mercadillos más antiguos y grandes de Alemania. Desde su inauguración en mayo de 1976, funciona todas las semanas y recibe hasta 20.000 visitantes en sus mejores días.

Con una superficie de unos 20.000 metros cuadrados, el Trödel & Antikmarkt am Aachener Platz puede albergar hasta 600 vendedores que muestran todo lo que un visitante puede desear ver en un mercadillo: desde antigüedades y objetos de colección, hasta ropa de segunda mano, discos y CD, este rastro presenta todo tipo de historias extrañas y estrafalarias de los hogares alemanes.

El Trödel & Antikmarkt am Aachener Platz tiene un auténtico factor de culto y es legendario en Düsseldorf. Joseph Beuys, uno de los artistas más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, era un visitante habitual de este mercadillo. Fue fundado por verdaderos amantes de la buena chatarra antigua, que se aseguraron cuidadosamente en todo momento de que la mayoría de los puestos ofrecieran auténticos objetos de mercadillo (entiéndase "vintage" y "antiguo"), y no chatarra barata de segunda mano. El hecho de que cerca del 80% de los puestos estén regentados por particulares y anticuarios (como un buen mercadillo de toda la vida), no es ajeno a conseguirlo.

Además de los conciertos de música selecta que dan a todo el mercado un ambiente artístico, se presta especial atención a la comida y bebida caseras, así como a los productos ecológicos.

Y como ejemplo del verdadero espíritu de sostenibilidad que reina en el Trödel & Antikmarkt am Aachener Platz, se ha creado un servicio de lanzadera que conecta el recinto del rastro con los aparcamientos cercanos (Südfriedhof y Südpark). Todo el terreno donde se celebra el mercadillo está dividido en un total de tres zonas: un amplio terreno al aire libre (puestos del mercadillo), una carpa climatizada (puestos de antigüedades y pulgas) y, por último, un café con el apropiado nombre de Sperrmüll (residuos voluminosos en alemán).

La zona principal del rastro se encuentra en el recinto exterior. Además del excitante popurrí de piezas no convencionales, hay todo tipo de artículos de segunda mano, como bicicletas, aparatos electrónicos, instrumentos musicales, discos de vinilo, libros y, por supuesto, ropa vintage esperando a sus nuevos dueños.

La tienda de antigüedades y pulgas es una versión más extravagante, aunque exclusiva, del mercadillo al aire libre. Los expertos en mercadillos y antigüedades dejan vagar su aguda mirada por los puestos repletos de antigüedades insólitas, objetos raros de colección y exquisitas joyas de diseño, en busca de la joya escondida. Desde preciosos servicios de porcelana hasta relucientes lámparas de araña y muebles de madera noble, ya se han descubierto allí muchos tesoros. Pero incluso pasear y observar puede ser una experiencia en sí misma para el ojo curioso, ya que la vívida impresión del lugar sirve de inspiración para el propio hogar.

Mientras que el recinto exterior y la carpa climatizada se dedican a saciar el apetito de antigüedades y objetos vintage, la zona central del mercado se parece más a cualquier mercado semanal versátil de Alemania. Sus puestos repletos de quesos y embutidos, flores cortadas, hierbas exóticas y productos ecológicos son un verdadero placer para los curiosos.

El café Sperrmüll ofrece un refugio para los pies cansados y la oportunidad de tomarse un respiro y reunirse con otros vendedores ambulantes en un ambiente cordial. En el acogedor interior (o en la idílica cervecería al aire libre, según el tiempo y la estación), los visitantes pueden revitalizarse con bebidas frescas, café y pasteles, chocolate casero y deliciosos bocadillos.

El café Sperrmüll es también el lugar donde descubrir nuevos artistas e interesantes géneros musicales, desde el jazz al flamenco, en un ambiente estupendo. Y para los que aprecian el ambiente de merienda de los mercadillos, hay unos cuantos puestos que ofrecen patatas fritas belgas, tortitas de patata renanas, pizzas ecológicas y mucho más, para satisfacer cualquier apetito.