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Anteriormente conocidas como Scotfairs Antique Vintage and Collectors Fairs, la Glasgow Antique, Vintage & Collectors Fair y su feria hermana la Ayr Antiques, Vintage & Collectors Fair son dos eventos muy esperados que cuentan con vendedores amables y acogedores que venden una mezcla ecléctica de decoración para el hogar, vintage, muebles pequeños, joyas y relojes de plata y oro y antigüedades.
La Feria de Antigüedades, Época y Coleccionismo de Glasgow y la Feria de Antigüedades, Época y Coleccionismo de Ayr abren aproximadamente una vez al mes, aunque las fechas varían, por lo que es mejor consultar sus sitios web para conocer las fechas exactas en cada lugar. Asegúrese de hacerlo, ya que cualquier aficionado a las antigüedades o coleccionista avezado se sentirá definitivamente mimado mientras curiosea por los puestos de estos mercados.
Con hasta 12.000 visitantes en la Feria de Antigüedades, Época y Coleccionismo de Glasgow y en la Feria de Antigüedades, Época y Coleccionismo de Ayr, los coleccionistas serios querrán asegurarse de llegar en cuanto abran los eventos para poder echar el codiciado primer vistazo a los tesoros en venta. Con tantas maravillosas antigüedades expuestas, es fácil perderse entre los puestos. Muchos de los vendedores son profesionales, pero los organizadores animan a los menos experimentados a probar suerte vendiendo algunos de los valiosos objetos antiguos que se encuentran en sus propiedades. También se ofrecen tasaciones, lo que convierte a las ferias en el entorno perfecto y acogedor para cualquier persona interesada en las antigüedades.
La Feria de Antigüedades, Época y Coleccionismo de Glasgow y la Feria de Antigüedades, Época y Coleccionismo de Ayr se enorgullecen de la variedad de artículos que sus vendedores ponen a la venta. El público en general puede pasar un día de compras y los coleccionistas no quedarán decepcionados. Le garantizamos que encontrará cerámica, porcelana y cristalería, joyería antigua y de época, obras de arte, pinturas y grabados, libros de época, artículos de cobre y latón, platería, ropa de cama, muebles (en estas ferias suelen ser piezas pequeñas) y muchos artículos más pequeños como sellos, monedas, postales y mucho más.
En ambas ferias hay que pagar una pequeña entrada, pero todos los que la visitan coinciden en que merece la pena. Sea cual sea el lugar que visite, los compradores encontrarán objetos maravillosos con mucha historia y no se irán con las manos vacías.
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